<<Soneto XXIII>> (<<En tanto que de rosa y azucena>>) (1543)
Autor: Garcilaso de la Vega (1501-1536)
Tema: el tiempo y el espacio
El poeta renacentista Garcilaso de la Vega (1501 ó 1503–1536), influenciado por los poetas italianos del siglo XV, particularmente Petrarca, introdujo nuevas formas poéticas en España. Entre éstas, se destaca en particular el soneto al estilo italiano.
Garcilaso, toledano de nacimiento, es descendiente de una familia prominente desde el Medioevo en las letras castellanas. El poeta, de alma sincera y exquisita—ha sido descrito como «dulce en los sentimientos de amor, vehementísimo en los de amistad, noble en las palabras, cortesano en las acciones» —, es el primero en incorporar a las letras castellanas la música y el clima espiritual de la poesía italiana, por un lado, y por otro, el fruto de su estudio de los poetas romanos Virgilio y Horacio. Su vida se desenvolvió entre la creación poética y la guerra, y murió joven sirviendo como maestre de campo bajo el emperador Carlos V.
Garcilaso escribió tres églogas, dos elegías, una epístola, cinco canciones, ocho canciones breves, y 38 sonetos al estilo italiano. La mayoría de sus poemas reflejan su pasión amorosa por doña Isabel Freyre, dama portuguesa que murió sin corresponder al amor secreto del poeta. Muchos de estos poemas figuran entre los más bellos y perdurables de la lírica hispánica.
En el «Soneto XXIII» (publicado en 1543), Garcilaso nos recuerda que la belleza humana es efímera. Es el tema de Carpe diem , frase de Horacio que significa «Recoge (los placeres del) día», pues la vida es breve.
Garcilaso, toledano de nacimiento, es descendiente de una familia prominente desde el Medioevo en las letras castellanas. El poeta, de alma sincera y exquisita—ha sido descrito como «dulce en los sentimientos de amor, vehementísimo en los de amistad, noble en las palabras, cortesano en las acciones» —, es el primero en incorporar a las letras castellanas la música y el clima espiritual de la poesía italiana, por un lado, y por otro, el fruto de su estudio de los poetas romanos Virgilio y Horacio. Su vida se desenvolvió entre la creación poética y la guerra, y murió joven sirviendo como maestre de campo bajo el emperador Carlos V.
Garcilaso escribió tres églogas, dos elegías, una epístola, cinco canciones, ocho canciones breves, y 38 sonetos al estilo italiano. La mayoría de sus poemas reflejan su pasión amorosa por doña Isabel Freyre, dama portuguesa que murió sin corresponder al amor secreto del poeta. Muchos de estos poemas figuran entre los más bellos y perdurables de la lírica hispánica.
En el «Soneto XXIII» (publicado en 1543), Garcilaso nos recuerda que la belleza humana es efímera. Es el tema de Carpe diem , frase de Horacio que significa «Recoge (los placeres del) día», pues la vida es breve.